El 42 aniversario de la Constitución se celebra bajo la sombra de la discordia política. Nunca como ahora Gobierno y oposición se habían enfrentado tan radicalmente a cuenta de la senda que debe seguir el Estado y de la validez que tiene como motor de democracia, progreso y unidad la Carta Magna de 1978. Unos y otros chocan frontalmente acusándose mutuamente de ser sus enemigos. Y mientras, en los aledaños del Congreso varias decenas de personas se concrentraban para pedir la dimisión de Sánchez y su Gobierno.
En este contexto de animadversión, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha enfatizado en su discurso institucional “la necesidad de buscar momentos de reflexión conjunta sobre lo que nos une como sociedad”. Un cometido especialmente importante en los momentos graves que vive el país como consecuencia de la pandemia. En opinión de la presidenta de la Cámara no hay mejor ejemplo de celebración de la Constitución que el que han prestado los servidores públicos y todos los sectores que han hecho frente común en la lucha contra el virus.
“Mirar al futuro es hoy más necesario que nunca, por encima de los logros ya alcanzados y es el mejor modo de celebrar y seguir haciendo fructífera la Constitución” .”Lo que hace buena una Constitución no es sólo quien la votó ni cómo se elaboró sino su programa concreto de convivencia, asumido como acuerdo compartido por el conjunto de la sociedad”, ha recalcado.
Batet ha insistido en que en el “contenido de la Constitución” se identifica “un acuerdo ampliamente mayoritario de la sociedad actual; un acuerdo global , que asume la totalidad de sus preceptos porque en cada uno de ellos reside”, ha dicho, “la capacidad de integrar a una parte de nuestros conciudadanos; porque asumimos su conjunto como equilibrio satisfactorio para nuestro propio proyecto de convivencia”.
Un espacio para todos
“Tenemos una muy buena Constitución, la más inclusiva de nuestra historia”, ha afirmado, porque “en ella existe un gran espacio para desarrollar proyectos políticos distintos y hasta opuestos”. Y en ese sentido, debe servir para “generar confianza, estabilidad y punto de encuentro, aunando voluntades sin imponer las propias”.
Batet ha rechazado así los intentos de “apropiación del texto constitucional” de quienes pretenden “convertirlo en bandera y patrimonio partidista”, de la misma forma que ha criticado a los que “pretenden ignorar los contenidos que le resulten molestos o incorporar al mismo nuevas exigencias excluyentes o reductoras”. “En eso”, ha dicho, “consiste la lealtad a un pacto: aceptar, defender y sentir como propio lo que gusta más y lo que gusta menos”.
Así, la presidenta del Congreso ha advertido de las “nefastas consecuencias de considerar al adversario político como enemigo, de negarle legitimidad, de asumir un enfrentamiento constante e incondicional”. “El objeto del debate político democrático”, ha insistido, “no es eliminar al contrario, sino integrarlo y transformar sus posiciones”.
Ahora, ha asegurado, la tarea política que afronta España es justo la “contraria al enfrentamiento generalizado entre opciones irreconciliables, a la descalificación del oponente, a la permanente negativa a hallar puntos de coincidencia”, partiendo de “los valores de libertad, igualdad, justicia y pluralismo como fundamento compartido para abordar los retos del futuro”.
“España necesita de todas las colaboraciones, las mayores y las ínfimas porque necesita hacer las cosas bien, y para eso todos somos pocos”, ha finalizado parafraseando a Ortega y Gasset.
Sánchez y Casado
Justo antes de que la tercera magistratura del Estado se expresara en estos términos, los representantes de las fuerzas parlamentarias, del Gobierno y de los Ejecutivos autonómicos han mostrado sus profundas diferencias respecto a la salud del texto constitucional y la dirección que debe seguir el país.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por asegurar su voluntad de defender la Constitución desde el primer artículo hasta el último, distanciándose así, al menos de palabra, de las posiciones de su socio minoritario en el Gobierno, Unidas Podemos. Sánchez no obstante ha aprovechado para referirse principalmente a los dos instrumentos constitucionales que le han servido desde que llegara a La Moncloa: el estado de alarma para hacer frente a la pandemia y el acuerdo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
El líder del PP, Pablo Casado, ha celebrado el 42 cumpleaños de la Constitución y el 45 aniversario de la restauración monárquica. Ambos hitos clave, ha dicho, para la democracia. Según el dirigente popular, “los enemigos de la Constitución están hoy en la dirección del Estado” y ha citado expresamente a Bildu y ERC.
“La Constitución”, ha añadido, “la construimos los moderados y por tanto debemos ser esos: los conservadores, los liberales, los socialdemócratas, los democristianos, la solución. Tenemos que unirnos en torno a los valores que nos han hecho estar juntos en los últimos 40 años”. En su opinión, “la monarquía debe estar a la cabeza y ha de primar la centralidad”. “No hay que estar contra nadie sino a favor de todos”, ha insistido.
Los presidentes ‘populares’
Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, ha asegurado su “compromiso” con la Constitución del 78. La Carta Magna, ha recordado, “nos hace ser una de las democracias más avanzadas del mundo y sirvió para repartir el poder territorial”. Mañueco ha señalado que uno de los problemas que tiene la Constitución hoy en día es que “los españoles no sepan defenderla de los ataques que se le están lanzando”. “Si es necesaria una reforma”, ha añadido, “debe hacerse con el mismo espíritu de consenso y con la misma mayoría con la que se ratificó su aprobación”.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, se ha sumado a las voces que reivindican la importancia de la Carta Magna y la necesidad de su defensa. “Es verdad”, ha asegurado, “que hay socios del Gobierno que pretenden destruir desde el propio Estado el país y que pretenden que el barco vaya a la deriva”. “Desde Andalucía”, ha señalado, “estamos dispuestos a defenderla”.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid ha considerado hoy más importante que nunca “reivindicar la Constitución” que es, ha dicho, “un proyecto de ciudadanos, libres e iguales”. En su opinión, hoy muchos españoles están preocupados por la deriva política y ante el hecho de que haya “miembros del Gobierno que pretenden derrocar muchos de los artículos” de la ley de leyes.
Podemos y Vox
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, considera sin embargo que la Constitución está “bajo asedio por dos quintos de la Cámara” y ha señalado a los 52 diputados de Vox y a los 88 del PP, los primeros por decir que el franquismo era mejor que la democracia y los segundos por bloquear la renovación del CGPJ. “No cabe otra que reformar la ley que regula la renovación del Consejo para restaurar el cumplimiento de la Constitución española”, ha afirmado.
En la posición radicalmente opuesta, el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, mantiene que los “enemigos de la Constitución están hoy en el Gobierno” y “entre sus aliados que conforman la dirección del Estado”. “Es un momento grave y todos los españoles deben hacer un esfuerzo para defenderla porque está en peligro”, ha afirmado. El dirigente de Vox ha hecho hincapié en que “nunca en la historia de España ha habido un Gobierno peor que haya puesto en peligro como ahora la unidad, los principios, los valores y la democracia”.
Conforme a los criterios de
from WordPress https://ift.tt/36QKbp5
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario