¿Se siente desautorizado sobre la posibilidad de una candidatura conjunta para Andalucía?
Creo que se han malinterpretado mis palabras. Para empezar esa es una decisión que no toma un portavoz autonómico ni un candidato, sino la ejecutiva del partido, que tendrá que pronunciarse en un momento determinado sobre si interesa ir solo o en coalición, lo mismo en Cataluña que en el País Vasco, en Galicia, en Madrid o en Andalucía. Dos años antes de las elecciones, cerrar cualquier escenario con el PP o con el PSOE me parece muy osado y muy aventurado. Pero, como yo en ningún caso he hablado de eso, pues no tengo nada que desmentir. Ni que rectificar. No sé siquiera si seré candidato en 2022. No me puede desautorizar nadie porque no he propuesto nada.
Pero, admítame al menos el hecho de que usted dejó una puerta abierta. Supongo que no lo habría hecho si, en lugar del PP, le hubieran planteado la misma cuestión sobre Podemos, por ejemplo. Mientras que Inés Arrimadas sí lo ha descartado contundentemente.
Mire, una interpretación de mis palabras no son mis palabras. Al final, es posible que el PP y Cs sumen igual por separado que juntos o incluso más. Esto, hasta que no llegue el momento, no se sabe. Cuando los electores vayan a las urnas tienen que tener claro qué vamos a hacer con su voto.
Por aclararme yo, ¿la puerta sigue abierta a esa candidatura conjunta con el PP?
Yo no abrí ninguna puerta. Lo único que hice fue no cerrar ninguna puerta al futuro. ¿Por qué no vamos a sentarnos a hablar con el PP o con el PSOE? Estamos demostrando que somos capaces de llegar a acuerdos. Pero eso no significa que vayamos en una sola candidatura, que es lo que se ha interpretado. En ningún caso he dicho yo eso.
A tenor de las encuestas, ¿no teme que la marca de Ciudadanos acabe diluida por efecto del abrazo del oso, que condena casi siempre a los partidos más débiles en una coalición?
Yo hago un análisis radicalmente diferente de las encuestas, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de la intención del voto desde las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 hasta hoy. De hecho, en febrero nos daban el 9,8% de los votos y hoy estamos ya por encima del 11, el 13 o el 14 según el sondeo. Ciudadanos se está recuperando de la caída que tuvimos en las elecciones nacionales del 10N. Y si se fija en la valoración de líderes, tan solo sacamos un aprobado Juanma [Moreno] y yo. Creo que no está mal. Llevo ya seis años siendo el segundo político mejor valorado por los andaluces. Eso es lo que dicen todos los sondeos. Y además dicen que este gobierno lo está haciendo bien, hasta 20 puntos por encima de la valoración que se le da al Gobierno de España en la gestión de la pandemia.
Albert Rivera dijo esta semana en Málaga, en un acto al que asistió usted, que no es tiempo de equidistancias, un mensaje que cabe interpretar que va dirigido a Inés Arrimadas por su negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Albert lo expresó muy bien. Creo que Ciudadanos debe mantenerse en el centro político en este país. Y eso es muy difícil. Ser de Ciudadanos es muy complicado. Es mucho más fácil ser del Partido Socialista o del Partido Popular. Porque en Ciudadanos tenemos un papel de árbitro en la política española, porque defendemos la unidad de este país y la igualdad entre todos los españoles y no diferenciamos en función de los colores políticos. Hay que buscar los puntos de encuentro, que es todo lo contrario de lo que están haciendo el PP y el PSOE en España.
¿Hizo bien Inés Arrimadas llevando tan lejos la negociación para después acabar en fracaso?
El fracaso de Cs hubiera sido no intentarlo. Uno intenta que la política en este país no la marquen Rufián y Otegi y desgraciadamente Sánchez tenía ya una hoja de ruta pactada con ellos. Pero nosotros no hemos dejado de intentarlo. Lo intentó Albert y lo ha intentado Inés. Pero Sanchez e Iglesias ya no mandan en España, lo hacen Rufián y Otegi. Mire, hemos llegado acuerdos con el PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla y en la Diputación de Sevilla. También con el PP y el PSOE para sacar adelante las cuentas del Ayuntamiento de Granada. Somos útiles y anteponemos los intereses de los ciudadanos a los colores políticos.
Las grandes reformas prometidas por el Gobierno PP-Cs para Andalucía siguen pendientes.
No es verdad. Hemos llevado a cabo un proceso de simplificación administrativa que implica reformar hasta 26 leyes, reformas que nos pedían todos los sectores económicos. Hemos hecho la mayor reforma fiscal de nuestra comunidad en la historia de la autonomía. Hemos hecho una apuesta en ayudas para las pymes y los autónomos que jamás se había producido. Le hemos dado la vuelta a las cuentas y, tras cerrarse 2018incumpliendo todas las reglas fiscales, conseguimos superávit en las cuentas públicas de 2019. Y la inversión extranjera ha crecido un 80%. Y, pese a todo, el gran cambio es que hemos sacado la corrupción del Gobierno andaluz. Ya no nos acordamos de cuando todos los días se abría el telediario con algún caso de corrupción en Andalucía. Es un cambio de paradigma. En enero llevaremos al Parlamento la ley de lucha contra el fraude y la corrupción y la creación de una oficina contra el fraude y la corrupción política, un órgano que dependerá del Parlamento y que permitirá la fiscalización de todos los partidos políticos.
Pero ustedes no han tocado de momento lo que denominaban la ‘administración paralela’, toda esa maraña de entes instrumentales de la Junta. De hecho, hoy tiene más trabajadores que hace un año.
Hombre, no querrá usted que echemos a los médicos del SAS o a los bomberos del Infoca.
Usted sabe que no es a esos organismos a los que no referimos cuando hablamos de administración paralela.
Llevar a cabo una racionalización del sector público no significa despedir a gente. Significa evaluar para ser más eficaces en la gestión de lo público y evitar duplicidades. Pronto recibiremos los resultados de las auditorías encargadas, que determinarán si en esas entidades sobra o falta gente. Tampoco pretenderá que se reviertan 40 años de administración socialista en cuatro días. Hoy, para trabajar en cualquier empresa pública del sector instrumental hay una sola bolsa de trabajo, no una en cada entidad. Eso es racionalizar, no solo despedir.
Por mor del acuerdo de los presupuestos, ¿Vox se ha convertido en una suerte de auditor con derecho a veto?
Vox está haciendo lo que tiene que hacer: fiscalizar la acción de gobierno desde la oposición. Eso es lo razonable. Han hecho una serie de enmiendas a los presupuestos y unas han sido aceptadas y otras no, igual que el resto de los grupos políticos. Vox tiene evidentemente un peso mayor que el resto de los grupos porque ha habido una negociación mientras que el PSOE y Adelante Andalucía no han querido negociar. Sabíamos que Susana Díaz no iba a arrimar el hombro ni siquiera en una situación como la que estamos atravesando. Porque lo único que quiere es acabar con el gobierno del PP y Ciudadanos. Porque lo único que le interesa es recuperar el sillón de la Presidencia de la Junta. Los andaluces le dan exactamente igual. Aún no he oído a Susana Díaz decirle a Pedro Sánchez que a Andalucía no se la puede maltratar con los recursos de la covid. Que no puede ser que a cada andaluz le lleguen 219 euros de esos fondos y a un catalán 401.
Por cierto, recordará que fue la hoy ministra de Hacienda la primera que rebajó el impuesto de sucesiones en Andalucía a instancias de Ciudadanos.
Exacto. Pero entonces Susana Díaz necesitaba a Cs para ocupar el sillón de San Telmo.
Andalucía presumió en la primera ola de anticipación, pero en esta segunda hemos superado la media española en incidencia, hospitalizaciones, etc.
Tenemos el 20 por 100 de la población de España y los fallecidos en residencias son el 5% de todos los de España. Con que fallezca uno es un drama, pero no se puede hacer demogogia con esos números, como hace Susana Díaz. Y esta semana atrás no teníamos ningún colegio cerrado por Covid. ¿Por qué no reconoce el PSOE ahora que el equipo de salud pública y de Educación han hecho un magnífico trabajo en los colegios? ¿Y que el 99 por 100 de los escolares andaluces están acudiendo a clase con total normalidad?
El consejero de Salud ha dicho que el objetivo del gobierno no es salvar la navidad sino salvar vidas, ¿se equivocaron ustedes con algunos mensajes? Por ejemplo, en el mes de octubre seguían ustedes difundiendo el bono turístico.
Las vidas han sido siempre el primer objetivo. Y el segundo, salvar empleos. Porque ahí le va la vida a mucha gente. Hoy estamos rozando ya el millón de parados. Siempre hemos dicho que las restricciones en Navidad se podrían flexibilizar si el comité de experto lo recomienda. Porque en esta comunidad sí tenemos comité de expertos, sí lo hay, desde el 25 de enero, antes de que se declarara la pandemia.
Pero insisto, ¿fue prudente hacer campaña de un bono turístico en septiembre y octubre, en plena segunda ola?
Por supuesto. Porque el bono turístico no se agota en estos meses. Fue una demanda del sector y será una herramienta para incentivar las vacaciones de marzo, de abril, de este verano o de las navidades del año que viene. De momento, está aprobado hasta el 31 de diciembre de 2021.
El socio (Vox) se lo pone difícil al Gobierno andaluz cuando en sede parlamentaria hace comentarios ofensivos sobre los símbolos de la comunidad, como eso del padre “inventado” de la patria “inventada” andaluza.
Bueno es que yo no defiendo al socio. Ni el socio me defiende a mí. Hemos llegado a unos acuerdos en unos puntos determinados pero somos partidos muy diferentes y tenemos posicionamientos diferentes. También defienden la recentralización de los servicios públicos y yo tampoco lo comparto. Este gobierno del PP y Cs no se ha movido ni un milímetro de sus posicionamientos ideológicos y de sus principios y valores y no lo va a hacer mientras yo esté en el gobierno.
¿Cómo van a recortar 14 millones de euros en Canal Sur?
Es que no va a haber 14 millones de recorte en Canal Sur. Estamos hablando de eliminar uno de los canales, que tiene una audiencia que no llega al 0,4 por ciento, y de amortizar plazas o de aminorar los costes con una mayor eficacia en la gestión de los recursos y una menor dependencia de las productoras externas. Pero aumentará la inversión en la modernización de los medios materiales para que podamos tener una televisión pública del siglo XXI.
Pero ustedes han firmado con Vox que recortarán el coste de Canal Sur para la Junta en 14 millones de euros.
Si quitas del presupuesto recursos que vas a meter por otras vías, no estás recortando, estás buscando otras líneas de financiación para modernizar Canal Sur.
¿Esas otras vías de financiación son los fondos Next Generation de la UE para la reactivación económica?
Claro. Lo que antes era dinero de todos los andaluces será ahora dinero de todos los europeos. Mire, le pongo un ejemplo: La ministra Reyes Maroto ha dicho que va a haber 3.480 millones de euros para el sector turístico. ¿Sabe de dónde los saca? De los Next Generation. El Gobierno de España no va a poner ni un euro, lo va a poner Europa. Igual ocurre con Canal Sur.
¿Saben ya ustedes con qué criterio se van a repartir esos fondos?
Andalucía ha recibido ya propuestas por valor de 28.000 millones de euros. Pero el Gobierno de Pedro Sánchez todavía no ha reunido a la comisión. Estamos a 20 días de que se cierre el plazo y no tenemos ni una dirección de correo a donde enviar esos proyectos. Pero no por eso hemos dejado de hacer nuestro trabajo. Y, como nosotros, los ayuntamientos y las diputaciones tienen una incertidumbre tremenda porque falta menos de un mes para que venza el plazo que ha establecido Europa. Nos tememos un criterio arbitrario que vuelva a perjudicar a Andalucía.
¿El gobierno andaluz ha decidido ya si va a recurrir la Ley Celaá?
No. La propuesta vendrá de la Consejería de Educación. Hay un proceso y, en el momento en que la Consejería resuelva, así se hará. Pero, mire, no sé cómo los 64 senadores socialistas de Andalucía van a apoyar que el castellano deje ser una lengua vehicular y que los padres no puedan elegir el castellano como lengua para la educación de sus hijos. O que a los alumnos con discapacidad se les trate de forma discriminatoria. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esa ley no salga adelante. Porque nace sin consenso, por un capricho y un chantaje de ERC. Es insostenible la posición del Gobierno y lo que más me sorprende es que Susana Díaz no diga ni pío. No me la imagino yendo a la campaña de las elecciones catalanas y diciéndoles a todos los andaluces que viven en Cataluña que ella piensa que el castellano no tiene que ser lengua vehicular. No irá, claro.
Veo que no ha mejorado su relación con Susana Díaz.
Susana Díaz siempre intenta utilizarte. Tuvimos una relación cordial y honesta. Todavía hoy, dos años después, no me ha dado una explicación de por qué convocó elecciones y por qué, en septiembre de 2018, no se sentó a negociar los presupuestos de 2019, como habíamos acordado. Convocó elecciones y yo fui el último en enterarme. Sigo teniendo una buena relación con la mayoría de los diputados socialistas pero con ella no es ni buena ni mala. Sencillamente no existe. Cuando se acerca es para hacerse una foto.
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