Cambios en el Gobierno
En el Gobierno consideran a Darias como “la solución natural” para sustituir a Illa por su implicación en la gestión de la pandemia
La ministra de Política Territorial, Carolina Darias (izqda.), junto a Pedro Sánchez, en una imagen de octubre.
No se esperan sorpresas en el Gobierno tras la marcha de Salvador Illa. Ni cuentan con ello los propios ministros ni lo conciben en Unidas Podemos. Cualquier cambio de mayor envergadura requeriría un arreglo previo con Pablo Iglesias, que en estos momentos nadie prevé.
A expensas de que Illa formalice su marcha para volcarse en la campaña de las elecciones catalanas, distintas fuentes de Gobierno y del PSOE ven “factible” que la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, se haga cargo
de la cartera de Sanidad y que su puesto lo ocupe
.
El presidente del Gobierno,
, evitaría así, con los ajustes mínimos, la tentación de aupar a un técnico en Sanidad, garantizaría a la vez cierta continuidad en la gestión de Illa y preservaría la cuota en el gabinete del
. Aunque no todos en el Gobierno ven a Darias como sustituta de Illa, sí se asume que, si no se opta por alguien ajeno, ella es la “solución natural”.
Ha sido la sombra del ministro en la gestión de la pandemia del
, al menos desde mayo, cuando empezó a participar en las conferencias de presidentes autonómicos semanales y después en las reuniones de la Comisión Interterritorial de Salud. Es quien más conocimiento tiene del plan de vacunación, explican, y quien ha actuado de enlace con los delegados del Gobierno. “Tiene todas las claves”, señalan. Es la decisión más “lógica”, insisten.
El ‘agente’ de Sánchez en Cataluña
Pese a ello produce cierto recelo su escasa proyección pública para relevar a Illa, que ha cimentado sus opciones como candidato a la Generalitat de
Cataluña
, precisamente, en una personalidad política atípica, de moderación y respeto en medio del caos.
Aunque llegó al Ejecutivo de la mano de Iceta para mejorar su grado de conocimiento como futuro
delfín
, su cometido era servir de agente a
Pedro Sánchez
en Cataluña, en una legislatura donde la búsqueda de una solución política era el asunto capital. El coronavirus modificó ambas cosas. Tanto el protagonismo absoluto del tema catalán como el papel de Illa en el Gobierno.
Ahora su valoración en las encuestas, fruto de su gestión y de su figura política y sus opciones de convencer -con más facilidad que Iceta- a los votantes de
Ciudadanos
, le propulsan a una candidatura para la que ya estaba predestinado, aunque no en esta ocasión.
El 16 de noviembre, en una comida en La Moncloa, Sánchez e Iceta acordaron que el primer secretario de los socialistas catalanes renunciaría a ser candidato y cedería el testigo a Illa. Al concluir, Iceta fue al Ministerio de Sanidad a comunicárselo, según confirman fuentes del PSC.
Un “bombazo”
Sánchez ha pasado de esperar una victoria de
ERC
en la Generalitat que permita a este partido desactivar a
JxCat
y a
Carles Puigdemont
y renunciar a la vía unilateral para centrarse en políticas progresistas, a aspirar a ganar las elecciones del 14-F con Illa y desbancar a ERC. En el partido calificaban este miércoles su candidatura de “bombazo”.
La jugada, que busca romper la inercia electoral de una nueva Generalitat independentista, supone un golpe a la estabilidad de las relaciones entre el Gobierno y ERC, justo después de que este partido haya votado a favor de los
Presupuestos Generales del Estado
.
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