Final Copa del Rey 2019-20
Athletic-Real Sociedad (S/21.30 h.)
La Cartuja de Sevilla acoge la final de Copa de 2020 aplazada por la pandemia en el cénit de una rivalidad histórica
Esta previa, hace un año y sin Covid de por medio, habría versado sobre la madre de todas las fiestas. Imaginen la escena, aunque duela. La algarabía propia de la maravillosa Semana Santa sevillana aderezada con la visita a la capital andaluza de decenas de miles de vascos, muchos más de los que caben en La Cartuja, llegados de Bilbao y San Sebastián con su bolsillo alegre y su sana convivencia sin importar los colores de su camiseta. La realidad estos días, sin embargo, ha sido muy diferente. Semana Santa contenida, apenas un puñado de peñistas sevillanos y, esta noche, decenas de miles de vascos resignados a ver el partido por televisión y encerrados en sus casas.
Las circunstancias, en fin, están lejos de lo deseado y por desgracia de nada sirvió aplazar un año la final en lugar de disputarla el pasado verano. Pero lo que nada puede arrebatarle a este partido es su trascendencia histórica. Con público o sin él, en 2020 o en 2021, el derbi vasco que se disputa esta noche en el Estadio de La Cartuja será eterno. Porque dentro de muchísimos años, de generaciones incluso, quienes hoy ganen y sus hijos, y sus nietos… todavía les recordarán a sus vecinos que en 2021 uno de ellos tocó la gloria a costa del otro. Un desenlace que, a ambos lados de la A-8, atormenta más todavía de lo que ilusiona un triunfo. En concreto en Bilbao, con la perspectiva de otra final contra el Barcelona dentro de 14 días, no hay dudas: si hay que elegir la victoria en una sola final, que sea en la de hoy.
Y es que jamás en la historia hubo un derbi vasco con mayor trascendencia que éste. Por la propia rivalidad y por la sequía copera que atraviesan ambos equipos. El Athletic no alza el título desde 1984, pese a que ha gozado ya de tres oportunidades, todas contra el Barça; mientras que la Real triunfó por última vez en 1987 y jugo su última final el año siguiente. Sólo Silva, Monreal y Moyá habían nacido ya en la plantilla donostiarra, ninguno en la bilbaína.
Aduriz sí lo había hecho, pero el aplazamiento de la final le impide jugarla, circunstancia que comparte con, entre otros, Beñat y San José en el Athletic, con Odegaard, Willian José y Llorente en la Real. Todos ellos serán campeones si hoy vence su ex equipo. A cambio aparecen nuevos protagonistas, como Berenguer, Silva y cuatro jugadores que, curiosamente, habían sido eliminados en semifinales, todos de la Real: Merquelanz, Guridi, Sagnan y Carlos Fernández. Y el propio Marcelino, claro.
Lesión de Illarramendi
El escenario será el mismo en el que hace un par de meses el Athletic ganó la Supercopa. «Cuando entras aquí, el primer recuerdo que se te viene a la cabeza es el grandísimo momento de felicidad que vivimos. Pero eso es historia», decía este viernes el entrenador del Athletic, quien a todos los retos ya mencionados suma uno más de índole personal: revalidar su condición de vigente campeón de Copa, lograda con el Valencia en 2019. Si lo logra, será el primer entrenador de la historia en lograr dos títulos seguidos con dos clubes diferentes.
Resulta difícil pronosticar un favorito. La Real está mejor en Liga -10 puntos de ventaja-, pero el Athletic ha crecido mucho desde la llegada de Marcelino -victoria en la Supercopa y final de Copa de este año- y cuenta con más futbolistas con experiencia en finales. «El equipo que afronte el partido con más personalidad va a tener mucho ganado. Los pequeños detalles van a ser determinantes», pronosticaba Imanol Alguacil, minutos antes de ver cómo Illarramendi se lesionaba en el entrenamiento previo. Una baja, si se confirma, de calado. Si puede hacerlo, el capitán forzará. Nadie quiere perderse el derbi de todos los tiempos.
Conforme a los criterios de
from WordPress https://ift.tt/3wlP3gB
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario