El juego de Trippier, Jordi Alba, Mendy, Carrasco, Dest o Lucas Vázquez se ha visto beneficiado por el sistema de tres centrales empleado por sus equipos, sobre todo por Simeone y Koeman
Trippier pone un centro frente al Alavés.
AFP
«No es fácil entender una defensa de cinco, con tres centrales y dos más adelantados. A ellos, a los carrileros, los que mandas a apretar arriba e influyen más en lo ofensivo que en lo defensivo. Los carrileros son vitales en la salida del balón. No es sencillo querer hacerlo todo: defender, apretar y ser más atrevido. Depende de los futbolistas».
En 2018, durante su etapa en el Betis, Quique Setién reflexionaba en una conversación con este periódico sobre las virtudes de un sistema, el de los tres centrales, con el que el conjunto verdiblanco se manejaba con alegría. A Simeone, en cambio, se le atragantaba. Tanto para atacarlo como para ejecutarlo con sus futbolistas. Su primer experimento oficial, con Giménez, Lucas y Savic por el centro, y Filipe Luis y Vrsaljko en los carriles, desembocó en la primera derrota liguera del Atlético en el Metropolitano (0-2 ante el Espanyol). Previamente, el Girona de Pablo Machín, con ese mismo dibujo, ya se le había atragantado un par de veces.
De aquellos lejanos experimentos a la realidad sobre la que, desde noviembre, se mueve Simeone, hasta ahora siempre fiel a su adorado 4-4-2. Sobre el nuevo dibujo ha cimentado el liderato del Atlético, que acumula la segunda mejor puntuación de su historia, sólo por detrás de los 67 puntos de 2014, cuando fueron campeones. Pero no es el único. Ronald Koeman lo viene empleando de manera ininterrumpida desde hace un mes, tras rastrear durante toda la temporada en busca de un sistema con el que sacar todo el jugo a su plantilla. El saldo del neerlandés en este periodo: 18 goles a favor y sólo tres en contra. Por su parte, de vez en cuando, Zinedine Zidane también modifica los automatismos de su Real Madrid para dar rienda suelta a sus carriles. Así sucedió en el partido de vuelta de octavos de final de Champions ante el Atalanta o en la cita liguera frente al Elche, sobre el verde del Alfredo di Stéfano. Ambos duelos concluyeron con triunfo.
Alba, rumbo a sus mejores números
Son ellos, los carrileros, los que dan sentido a la nueva apuesta. Para ello reconvirtió Simeone a Carrasco, para su flanco izquierdo, y amplió el campo de visión de Trippier, cuya baja de dos meses por el caso de apuestas afectó a las constantes vitales del equipo. Con dos meses de competición por delante, el inglés suma seis asistencias, una más que en el curso pasado y ha desencadenado a Llorente. Desde la izquierda han llegado tres goles y cinco pases definitivos.
En el Barcelona son Sergiño Dest y Jordi Alba los encargados de estirar al equipo. El lateral español, amigo e infalible socio de Messi, al que ya situó en esa posición el propio Setién, a los pocos días de llegar. Alba acumula cinco tantos y 12 preciados regalos a sus compañeros, que le han devuelto el foco de la selección, con su tercera Eurocopa en el horizonte. Por el flanco derecho, el recién llegado Dest logró un doblete en Anoeta el domingo.
Con Ramos, Nacho y Varane resguardando a Courtois, Mendy tiene toda la pradera para asomarse desenfadado por el área rival (dos goles). Y Lucas Vázquez, impulsado por la ausencia de Carvajal, ya suma dos goles y siete asistencias.
Los carriles mueven buena parte de los hilos de esta Liga. Luis Suárez, Messi y Benzema llevan tiempo agradeciéndolo.
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