Los expulsados del partido de Santiago Abascal han decidido su posición a 24 horas de la moción de la que depende el futuro del Gobierno del PP
Los tres diputados expulsados de Vox, Mabel Campuzano, Juan José Liarte y Francisco Carrera, este miércoles en la Asamblea Regional.
EFE
Los tres diputados expulsados de Vox votarán contra la moción de censura de Murcia mañana en la Asamblea. Según ha confirmado este diario, Juan José Liarte y sus dos compañeros apoyarán el gobierno de continuidad de Fernando López Miras y los tres diputados de Ciudadanos que rompieron la disciplina de su partido para continuar apoyando al PP cuando Inés Arrimadas pactó con los socialistas un cambio de rumbo en la política autonómica.
Liarte por fin ha despejado su voto tras varios días jugando al despiste y sin aclarar cuál sería su postura. De hecho, esta misma mañana en la primera sesión de la Asamblea de Murcia para votar la moción continuaba sin querer pronunciarse.
En un tenso debate plagado de contorsiones y piruetas dialécticas acordes con la inestabilidad política que vive la Región, todos los diputados se han afianzado en sus posiciones y han escenificado viejas guerras para legitimar sus posturas. Excepto los tres expulsados de Vox, que reservaron para después el sentido de su voto.
Juan José Liarte, portavoz de los tres diputados díscolos, consciente de tener la llave del futuro político de Murcia, ha jugado a la ambigüedad validando tanto a quienes cocinaron la moción como a los tres diputados de Ciudadanos –Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez– que la desbarataron apartándose de la disciplina de su partido.
“Cada uno actuó, seguro, movido por sus principios”, ha dicho a escasas 24 horas de que la autonomía confirme la continuidad en el Gobierno del PP o abra la puerta a otro apoyado en la alianza entre el PSOE y Ciudadanos.
“Nosotros no vamos a mirar el color, somos daltónicos”, ha resuelto en la tribuna. “Lo bueno de los acuerdos -ha proseguido- es que nunca dependen exclusivamente de unas de las partes y que los diputados no pertenecen a los partidos”.
Después, se ha erigido como mediador político únicamente interesado en la estabilidad de la Región de Murcia. “No queremos que haya crispación. ¿Tenemos que apoyar al PP por ser de derechas? ¿No tenemos que apoyar al PSOE porque es de izquierdas?”, se ha preguntado por segunda vez en 48 horas para seguir abonando la duda respecto al apoyo de su grupo.
Su intervención se ha producido cuando el presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, y el líder de los socialistas en la Región, Diego Conesa, ya habían librado un tirante intercambio de opiniones.
El jefe del Ejecutivo murciano ha hablado con la seguridad del posible fracaso de la moción y no ha tardado en plantearla como un asalto acusándoles de, ha dicho, “romper el Gobierno”.
Conesa, por su parte, se ha pronunciado en un tono mucho más excitado acusando al PP de comprar voluntades y señalando a López Miras como el heredero de años de “corrupción” en Murcia. Inmediatamente después se ha dirigido a los diputados ‘díscolos’ del partido de Inés Arrimadas y les ha lanzado un mensaje final: “Por salvar su pellejo han traicionado a un partido. Aún están a tiempo de no cargar con este lastre”.
El líder de los socialistas de Murcia ha llamado a “desterrar corruptos” y a “abordar un proceso de regeneración democrática”.
López Miras ha centrado su triunfalismo en, ha dicho, la gestión de la emergencia sanitaria y se ha presentado como el único garante de, ha insistido, “la establidad política”. Así, ha calificado a Conesa y a Ana Martínez Vidal, la diputada naranja que iba a ser presidenta de la Región en caso de que la moción hubiera prosperado, como a “enemigos de los murcianos”.
Por último, ha hecho un guiño a los tres miembros de Cs que permitieron dinamitar la unión con el PSOE para gobernar Murcia. “Es gente válida, capaz y muy necesaria que seguirá contribuyendo a hacer mejor esta tierra”, ha sentenciado.
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