La salida del vicepresidente
Los socialistas aprueban dos mociones en las que urgen al Gobierno a impulsar la atención a los más vulnerables
Pablo Iglesias, en un pasillo del Congreso.
Pablo Iglesias abandonó este martes el Gobierno dejando tras él 14 meses de escasa gestión y múltiples batallas políticas. Elevado por Pedro Sánchez al rango de vicepresidente segundo -de hecho, número tres de un macro Ejecutivo-, con competencia sobre la política social y, en especial, encargado de su coordinación con el resto de ministerios, el líder de Unidas Podemos sale de La Moncloa ligero de equipaje legislativo, pero con una mochila cargada de episodios de confrontación con sus propios
compañeros de gabinete.
En su haber, apenas un proyecto de ley, el de Protección de la Infancia y Adolescencia, que ni siquiera ha culminado su tramitación parlamentaria. En su debe, las listas interminables y desatendidas de la dependencia y el desastre de la pandemia del
coronavirus
en las residencias de ancianos.
A medio camino entre ambos extremos, Iglesias puede exhibir la aprobación del
Ingreso Mínimo Vital
, pero con muchas deficiencias; una subida del salario mínimo interprofesional que, de momento, no ha tenido continuidad; y la prohibición de cortar suministros básicos a la población vulnerable durante la pandemia.
Desde su formación ensalzan sus logros y se señalan los 600 millones de euros incluidos en los
Presupuestos Generales del Estado
de 2021 para revertir los recortes en dependencia. Desde la oposición le acusan de inacción total hasta la fecha.
Los reproches del Gobierno
Y desde el propio Gobierno le reprochan su preferencia por la confrontación y la autopropaganda antes que por la gestión en un área con múltiples puntos débiles en un país que cuenta con una de las tasas de paro más altas de occidente y, como derivada, con una larga lista de necesidades sociales y una factura elevadísima de gasto no productivo.
Este martes, los socialistas le despidieron recordándole la hoja de servicios incumplida, con dos mociones en el
Senado
que urgen al Ejecutivo a tomar cartas de una vez por todas en los problemas más candentes: la calidad y cantidad de servicios sociales y la atención a los ciudadanos susceptibles de beneficiarse de la ley de dependencia.
Las mociones firmadas por el
PSOE
salieron adelante con el apoyo de todas las fuerzas parlamentarias a excepción de independentistas y nacionalistas catalanes y vascos, quienes, pese a estar de acuerdo con el fondo de las mismas, reprochaban una vez más la tendencia a la recentralización del primer socio del Gobierno obviando las competencias propias de las comunidades autonómas.
Las dos mociones ponen de manifiesto las deficiencias de la gestión del ya ex vicepresidente segundo de Derechos Sociales y así se encargaron de señalarlo las fuerzas de la oposición.
Dos mociones en el Senado
La primera de ellas reclama al Gobierno reforzar el Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales con personal suficiente para intensificar las actuaciones destinadas a mejorar la situación de las personas mayores en situación de desamparo y vulnerabilidad.
La segunda insta al Ejecutivo a adoptar medidas para modernizar y reforzar el sistema público de servicios sociales. Dos terrenos, en definitiva, que Iglesias deja en blanco tras su paso por el Gobierno.
Con la primera moción, el propio grupo socialista urge a Pedro Sánchez a activar la detección, el control y la atención integral en el domicilio de los mayores vulnerables que permanecen “invisibles” para el resto de la sociedad.
Aquellos que, en palabras de la senadora socialista
María del Mar Arnáiz
, aparecen “todos los días” en las noticias como fallecidos en la soledad de sus hogares o sufren penurias en silencio al margen de la preocupación pública.
Con la segunda moción, se reclama al Ejecutivo la adopción de medidas y financiación suficiente y sostenible para modernizar y reforzar el sistema público de servicios sociales.
El “listón bajísimo” que deja Iglesias
Desde la oposición y las fuerzas nacionalistas se pone de manifiesto que sean los propios socialistas quienes insten al Gobierno a impulsar a partir de ahora estas dos políticas. Un reconocimiento, creen, de que quien ha sido máximo responsable en materia social “ni ha estado ni se le ha esperado”.
En ese sentido, urgen a su sucesora,
Ione Belarra
, a superar el “listón bajísimo” que deja el líder de
Unidas Podemos
, al que acusan de haber olvidado a los más vulnerables amparándose, pese a ser autoridad única bajo el
estado de alarma
, en las competencias autonómicas y haber preferido dedicarse a la guerra interna en el Consejo de Ministros.
Para seguir leyendo gratis
Conforme a los criterios de
from WordPress https://ift.tt/3m3Ylt0
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario