Crisis autonómica
La moción de censura contra Alfonso Fernández Mañueco revive tras la fuga de una diputada de Ciudadanos
En Castilla y León rebrotan los nervios. La sombra de la censura, que populares y naranjas daban prácticamente por diluida, vuelve a cernirse sobre el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea. El temor regresó, a sólo tres días del debate y votación de la moción de censura, de la mano de la procuradora salmantina María Montero, miembro del grupo de Ciudadanos, que este viernes, sorpresivamente, anunció su marcha del partido y su pase a la condición de no adscrita conservando su es
caño y su derecho de voto en las Cortes autonómicas.
El Ejecutivo castellano leonés, que aseguraba por la mañana su “tranquilidad” y su “absoluta confianza”, encendía por la tarde todas las alarmas. Montero no ha desvelado cuál será el sentido de su voto en la moción, pero los términos del comunicado en el que anunció su salida de Ciudadanos hacen temer entre sus ex correligionarios lo peor.
Si finalmente la procuradora por Salamanca cruza la raya y apuesta por el candidato socialista
Luis Tudanca
, el Ejecutivo de coalición encabezado por Fernández Mañueco e Igea quedará prácticamente a la intemperie, cruzando los dedos para que ninguno más de Ciudadanos siga la estela de Montero y los dos procuradores de
Por Ávila
y
Unión del Pueblo Leonés
resistan a los cantos de sirena del PSCL.
La parlamentaria salmantina hizo pública su decisión justo después de presidir, con aparente normalidad, la Comisión de Sanidad de las Cortes y una semana después de haber salido junto a sus compañeros del grupo parlamentario asegurando fidelidad a la coalición de gobierno con el
.
“Me voy de un grupo sin liderazgo”
En su comunicado, Montero explicaba que su decisión es “fruto de una profunda reflexión” y de un “ejercicio de honestidad” con las personas que la votaron y a las que representa. “Hoy”, añadía, “dejo de pertenecer a este grupo parlamentario pensando que esta decisión es lo mejor para el presente y el futuro de Castilla y León”.
La procuradora lamenta en el texto que hizo llegar a los medios de comunicación a primera hora de la tarde de este viernes la ausencia de liderazgo en el grupo de Ciudadanos y la falta de regeneración política en la comunidad. “Me voy de un grupo sin liderazgo, en el que no existe el trabajo en equipo, en el que unos pocos deciden por todos y con continuos cambios de opinión respecto de las decisiones políticas, algunas de gran trascendencia respecto del futuro de la comunidad”.
En la nota también explicaba cómo concurrió a las elecciones de 2019 “con ilusión” y convencida de que “el cambio y la regeneración llegarían” a Castilla y León “después de más de tres décadas de gobiernos del Partido Popular”.
Montero continuará con su escaño
“Sin embargo”, apuntaba, “se pactó con el PP y dos años después compruebo con tristeza que no ha sido así”. “En estas circunstancias”, anunciaba, “no puedo seguir perteneciendo a un grupo parlamentario que no ha cumplido con las promesas hechas a los ciudadanos de Castilla y León”.
Estas últimas frases arremetiendo con dureza contra el que ha sido su grupo parlamentario y contra la gestión del Ejecutivo del PP y Ciudadanos, son las que han desatado el temor entre
populares
y
naranjas
, que este viernes se inclinaban a dar por hecho que Montero apoyará la moción.
La dirección de Ciudadanos Castilla y León se apresuró a urgir a la procuradora la entrega del acta y el abandono del escaño, pero Montero ha decidido continuar como procuradora no adscrita y ha pedido respeto a su decisión.
La votación de la moción
La moción de censura
presentada
por el
PSOE
contra el Gobierno de Castilla y León se dirime con 41 votos, los que marcan la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico. Hasta ahora esa es la cifra de escaños que ha sostenido al Ejecutivo de coalición: 29 escaños de los
populares
más 12 de los
naranjas
. El resto de la Cámara se distribuye en 35 diputados socialistas; dos de
Unidas Podemos
; uno de Por Ávila; uno de Unión del Pueblo Leonés y uno de
Vox
.
Si María Montero opta por apoyar al candidato socialista Luis Tudanca, restaría un voto al bloque del PP y Cs y la moción podría alcanzar, convenciendo a los dos diputados de Por Ávila y UPL, los 40 escaños. En ese caso, ambos bloques empatarían en votos y la llave de la continuidad o no del actual Gobierno autonómico estaría en manos del procurador de Vox.
En el caso de que Ciudadanos sufriera en las pocas horas que restan para el debate de la moción alguna fuga más, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea podrían dar por perdida la comunidad.
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