Columna desviada
Opinión
La presión de Iglesias y Rufián para descabalgar a Ciudadanos de los Presupuestos está dejando al partido en el chasis. Arrimadas no se levantará de la mesa. Hará una propuesta que el PSOE no debería rechazar y que ERC y Podemos tampoco querrán aceptar.
El orden de los factores en la negociación de los Presupuestos era determinante, como entendió Pablo Iglesias desde el principio. Así se lo impuso al presidente del Gobierno tras el verano. Primero ellos, luego los suyos y si quedaba algo después de que arrasaran todos los espacios de entendimiento, ya se podían sentar con Ciudadanos.
Los aliados en el Gobierno del PSOE y sus socios de investidura se han comportado en este periodo como un grupo salvaje en una ciudad sin ley. Mucho más importante
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