El punto principal solicita su “dimisión inmediata”. Y si ésta no se produce, apunta el escrito, instar a Sánchez, a “proceder a su cese”.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en su escaño del Congreso.
La presión sobre Fernando Grande-Marlaska crece día a día y más que lo va a hacer en las próximas semanas porque Ciudadanos registró este viernes una proposición no de ley para reprobar al ministro del Interior después del fuerte varapalo judicial sufrido por el caso de Pérez de los Cobos. La iniciativa parlamentaria tiene su relevancia política porque forzará una votación en el Congreso sobre su cese, poniendo a prueba la confianza de la que goza en la Cámara.
Y es que, aunque el resultado de esa votación sea puramente simbólico y no tenga efectos inmediatos sobre su cargo, pues sólo el presidente del Gobierno tiene la competencia de nombrar y cesar ministros, un pronunciamiento a favor del Parlamento sería una declaración política de primer nivel y colocaría a Marlaska para lo que resta de legislatura el cartel de ministro reprobado. Una declaración política que no es nada agradable para ningún responsable público, y que ya sufrieron varios ministros del PP durante el último mandato de Mariano Rajoy como presidente.
La reprobación del ministro del Interior fue presentada por Cs en una proposición no de ley que viene a «exigir responsabilidades políticas» al ministro del Interior después de la sentencia del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 8 de Madrid, por la que se anula el cese del coronel Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid y en la que se ordena su inmediata restitución. En ella se hacen duros reproches a las causas de su destitución por no informar a sus superiores de la investigación sobre el 8-M, que afectaba al Gobierno. Se le cesó, dice la sentencia, «por cumplir lo que la ley y el mando judicial ordenaban».
Como consecuencia política y en paralelo a la ola de peticiones de dimisión que están haciendo las principales fuerzas de la oposición (PP, Vox y Ciudadanos), la iniciativa de la formación liderada por Inés Arrimadas mantendrá caliente el tema cuando llega al Pleno del Congreso en las próximas semanas por los puntos que plantea el texto para su debate. El principal solicita «la dimisión inmediata del ministro del Interior». Y si ésta no se produce, apunta el escrito, instar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a «proceder a su cese».
El segundo punto de la proposición es «exigir» al ministro del Interior «que cumpla con la sentencia, reincorpore al coronel Pérez de los Cobos y pida perdón a todos los servidores públicos».
Por último, se pide al Congreso mandar un mensaje «a favor de la independencia y profesionalidad de los funcionarios y servidores públicos y censure cualquier intromisión del poder político», como a juicio de Ciudadanos sucedió en el caso de Marlaska por intentar interferir en una investigación judicial en curso, al pedir que desvelara información sobre las pesquisas.
A día de hoy, la posibilidad de que prospere la reprobación de Marlaska se antoja complicada. Si bien varios de los socios del Gobierno no guardan especial simpatía por el ministro del Interior, o le han criticado recientemente la política de la patada en la puerta en los pisos turísticos, es mayor la animadversión que sienten por la figura de Pérez de los Cobos. Como ya quedó de relevancia cuando saltó la polémica sobre su relevo.
Y es que, Pérez de los Cobos tuvo un papel esencial en las cargas policiales en el 1-O en Cataluña. Razón por la cual se antoja complicado que los independentistas catalanes de ERC o los abertzles de EH Bildu voten a favor. PSOE y Unidas Podemos tienen más escaños que PP, Vox y Cs juntos. Así que dependerá de los minoritarios.
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