«Andorra fue tierra de acogida para españoles; y me refiero particularmente a episodios trágicos, como nuestra Guerra Civil», con estas palabras cambiaba al español el discurso que Don Felipe pronunció anoche en la cena ofrecida por los copríncipes en honor a los Reyes y que había comenzado unos minutos antes en catalán. Según desveló Don Felipe en la primera parte de sus palabras, la invitación fue cursada en octubre de 2016 pero han viajado ahora, tras cuatro años y medio, «por fin, después de un período muy complicado», confesó. Según fuentes de Zarzuela, Felipe VI se refirió a motivos ajenos al proceso independentista catalán, aunque la invitación coincidió en el mes y el año con la votación del Parlament para celebrar un referéndum. «Eso no ha impedido al Rey viajar a donde fuera, han sido otras circunstancias, entre ellas la pandemia», han aclarado las mismas fuentes.
El Rey quiso recordar a los españoles exiliados en el país pirenaico, y reconoció que «en aquel tiempo, este país fue refugio y a veces tierra de adopción definitiva para ciudadanos de las dos partes contendientes en aquella guerra».
Diez horas antes, Felipe VI y Doña Letizia eran despedidos con honores en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para retomar su agenda internacional. Este es el primer viaje de Estado de los Reyes desde que comenzó la pandemia y es, además, un destino al que ningún jefe del Estado español se había trasladado de manera oficial. De los 77.000 habitantes, 27.000 son españoles. Además, nuestro país es el principal inversor en Andorra. Sin embargo, hasta ahora se había aplazado la visita de Estado, que se celebra un mes antes de que Don Felipe regrese de nuevo al principado, pues acogerán la Cumbre Iberoamericana.
Los Reyes viajaron en un avión de la Fuerza Aérea Española hasta Lleida. Allí, tomaron un helicóptero que aterrizó en Andorra la Vella en torno a las doce de la mañana. En un día soleado y cálido, la llegada de Don Felipe y Doña Letizia parecía un plano de película: el ruido de las hélices retumbaba entre las altas montañas en las que está construida la capital del principado. Poco a poco, el helicóptero descendía. De él se bajaron los Reyes, acompañados por la ministraArancha González-Laya.
Un cuarto de hora después, comenzaban los actos en la Casa de la Vall, antigua sede del Parlamento del principado. Los Reyes fueron recibidos con honores por Monseñor Joan Enric Vives, copríncipe de Andorra y arzobispo «ad personam» de Urgell, y por Patrick Strzoda, representante de Emmanuel Macron, coprínces francés.
Tras conocer el interior de este edificio histórico y saludar a la síndic general, Meritxell Palmitjavila; al secretario, Josep Hinojora y a los presidentes de los cinco grupos parlamentarios, los Reyes recorrieron en coche los cien metros que separan el antiguo parlamento del Comú, el Ayuntamiento. Minutos antes de su llegada, hasta la plaza donde se sitúa el edificio se habían acercado un centenar de curiosos que querían ver al Monarca y a su esposa de cerca. Provistos algunos con banderas, la mayoría eran españoles que llevaban décadas en el Principado.
Al descender del coche oficial, los curiosos rompieron en vivas y aplausos que los reyes cumplimentaron con saludos. Fueron recibidos por Conxita Marsol, cónsol major, y David Astrié, cónsol menor de Andorra. Majol se lamentó de que por las medidas contra el coronavirus los ciudadanos no pudieran estar más cerca de los Reyes.
Porque Andorra parece tener más controlada la pandemia que España. Se han contagiado algo más de once mil de sus habitantes y han muerto 114 personas por el virus. Los Reyes no se quitaron la mascarilla en toda la jornada. Ya en el interior del Ayuntamiento, mantuvieron un breve encuentro antes de comenzar con sus agendas por separado.
La Reina Letizia se trasladó hasta el hotel Andorra Park para mantener una reunión sobre educación, una de las áreas que más peso tiene en su agenda. La esposa de Felipe VI se reunió con la ministra de Educación andorrana, Ester Villarubla:el director de Sistemas Educativos y Relaciones Internacionales, Josep María Areny y la directora de Calidad Educativa y Recursos Humanos Marie Pagés. En el encuentro, centrados en el modelo de inclusión de la discapacidad en el modelo educativo andorrano, le explicaron a la Reina el sistema que tienen, en el que conviven tres lenguas. La ministra destacó el interés y conocimiento de Doña Letizia por esta temática.
Tras un almuerzo privado, Don Felipe fue recibido por el presidente del Gobierno de Andorra, Xavier Espot, en la sede del Govern. A su reunión unieron González-Laya, el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín; el embajador de España en Andorra, Àngel Ros y el consejero diplomático de el Rey, Alfonso Sanz Portolés.
Ya por la noche, en el hotel Andorra Park, los copríncipes ofrecieron la cena de honor a los Reyes. Don Felipe, además de describir a Andorra como un país de acogida, destacó las excelentes relaciones bilaterales que se mantienen:«España os está acompañando en la negociación de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea», afirmó el Rey. «Hoy Andorra es un principado parlamentario y, como España, un Estado de Derecho plenamente democrático», sentenció. Esta frase parecía una respuesta a Pablo Iglesias, que el pasado mes de febrero afirmó que España no es una «democracia plena».
El Rey, además, empatizó con los problemas que el covid-19 ha traído al principado. «Como España, Andorra sufre también en su economía los efectos de esta crisis global», dijo y reconoció que el turismo era uno de los sectores más afectados para ambos países: «Conocemos bien la dificultad que para Andorra supone vivir una temporada de invierno como esta», dijo. Don Felipe terminó su discurso recordando la importancia del principado como «polo generador de actividad económica y trabajo para la población pirenaica» y pidiendo «colaborar más aún» entre España y Andorra.
Tras los discursos, los Reyes cenaron en la mesa principal con los copríncipes, el cap de Governt y la presidenta del PArlament. Hubo 38 personas invitadas a esta cita con Don Felipe y Doña Letizia, en la que degustaron tartar de calabacín con vieira adobada, tomate seco y aceituna negra, lubina salvaje con verduras y puré y coulant de chocolate con helado de vainilla.
Este viernes, 26 de marzo, segundo y último día del viaje, los Reyes tienen una agenda mucho menos institucional. A las diez de la mañana visitarán el colegio español María Moliner y se encontrarán con la colectividad educativa española en Andorra. El Monarca y su esposa recorrerán las instalaciones y mantendrán un encuentro con niños. Después, conocerán la iglesia de Santa Coloma y sus frescos pre románicos antes de trasladarse al pueblo de Ordino. Allí tendrán un almuerzo privado y cerrarán el primer viaje de tiempos covid con la visita al Museo Casa d’Areny Plandolit.
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