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viernes, 19 de marzo de 2021

La remontada sólo fue un sueño: el Atlético también se pierde en Londres

Chelsea – Atlético (2-0)

Actualizado
Miércoles,
17
marzo
2021

23:21

Cae también en la vuelta en Stamford Bridge, donde apenas mostró argumentos para remontar. Ziyech y Emerson, al final, firmaron la sentencia. Suárez, sorprendido, se fue a la hora


Simeone: “Estoy muy bien, esta Champions nos costó y hay que aceptarlo”
// Foto: AP

Para atravesar un puente en Europa no basta sólo con desearlo. Hay que demostrar que sabes cómo hacerlo. En ningún momento lo hizo el Atlético en Stamford Bridge. La remontada fue sólo un sueño. El Chelsea nunca se estremeció y volvió a tumbar al líder de la Liga, al que ya no le quedan más preocupaciones que las que tiene en casa. La Champions sigue dando esquinazo a Simeone. Tal vez no baste sólo con insistir.

Al Atlético le sorprendió el gancho de Ziyech tratando de hallar algún modo de cruzar el puente. Tarea nada sencilla porque desde la llegada de Tuchel, el Chelsea se ha convertido en un acorazado (dos goles en 12 partidos). En ese intento de igualar la eliminatoria, con más corazón que certezas, el balón regresó como un relámpago hacia la meta de Oblak. El destello era de Werner, que condujo el contragolpe, como le habría gustado hacerlo a Joao Félix. Su envío afilado acabó en los pies de su compañero, que encontró una grieta bajo el cuerpo del meta esloveno. Tal vez muriera ahí el sueño rojiblanco, aunque no era la primera vez que se encontraban semejante aprieto en Stamford Bridge. Alguno como Koke ya había vivido aquella atmósfera mágica de 2014, sólo que ahora tocaba recuperar el ánimo en medio del silencio.

Ziyech marca el 1-0 en Stamford Bridge.
Ziyech marca el 1-0 en Stamford Bridge.

A pesar de la renta que traía de Bucarest, fue el Chelsea quien se adueñó de la pelota para evitar sobresaltos innecesarios. Los bríos iniciales del Atlético quedaron enredados entre las piernas del animoso equipo azul. Simeone había regresado a los orígenes, con sus dos defensas y dos laterales puros, trazando un plan diferente con el que sorprender al exigente conjunto de Tuchel. Por el camino Carrasco y Suárez reclamaron sendos penaltis, que ni al italiano Orsato ni a su compatriota del VAR le parecieron. James y Marcos Alonso, los carrileros del equipo británico, se asomaban con frecuencia por la línea de fondo rival, exigiendo un esfuerzo extra atrás a Trippier y Lodi, la baza del argentino que duró sólo una parte, al estar condicionado por una amarilla. El Atlético no fue mucho más de algún destello de Joao Félix, que se siente cómodo en Europa y con las alas libres para volar.

Y como el plan no parecía el adecuado para agarrar por la solapa al Chelsea, Simeone devolvió al equipo a su estado natural durante esta temporada. Esto es, la línea de tres con Hermoso, dejando a Carrasco y Trippier liberados para lanzarse sobre el adversario. La respuesta londinense fue contundente, tras otra contra de Werner que sólo el firme y poderoso brazo de Oblak apartó del abismo. Ni Koke ni Saúl supieron nunca qué partitura tocar.

El cambio de Luis Suárez

Trató de no esconderse el Atlético, que nunca tuvo la situación ni medio controlada. La remontada pareció más una declaraciones que una posibilidad real. Aún así, Simeone agitó de nuevo su pizarra y echó mano de Dembélé, el tipo que expulsó al City con un doblete con el Lyon, el pasado verano. El mismo que había dejado unas cuantas pinceladas en Getafe, pero ninguna puntería. El francés fue la dinamita que nunca llegó a romper el silencio del barrio de Fulham. Porque, para sorpresa general, Luis Suárez se marchó con una incrédula sonrisa antes de cumplirse la hora. Su maleficio lejos de casa, donde no marca desde 2015, sigue.

Sin su cañonero estrella persiguió el Atlético un sueño irreal. Murió junto al Támesis con Lemar, Joao y Correa. La ausencia y la presencia del francés se percibe a la primera en el juego rojiblanco. «¡Vamos, Tom!», se desgañitaba Simeone desde la banda. La enésima metamorfosis de su dibujo tampoco sorprendió al hierático Tuchel, contrapunto en la banda del argentino. Nunca vio peligrar la eliminatoria el Chelsea porque, entre otras cosas, Mendy apenas pasó por algún leve apuro. Con la roja (excesiva) a Savic encalló el Atlético. La puñalada final de Emerson fue una bofetada de realidad.

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