Real Madrid – Atalanta (3-1)
El capitán regresó a una vuelta de octavos tres años después, guió la victoria del Madrid, anotó de penalti y elogió a Vinicius: “Cuando falló esa jugada me tiré al suelo de puro dolor interno”.
En Bérgamo, epicentro del Covid-19 en Europa, miles de aficionados del Atalanta acompañaron al autobús de su equipo durante el camino hacia el Gewiss Stadium. Bengalas en una mano, mascarilla al cuello, gritos al aire… Convirtieron la llegada de los de Gasperini en el auténtico infierno. Tres semanas después, apenas dos personas aguardaban a la expedición del Madrid en la rotonda de entrada al Alfredo di Stéfano. Sin banderas, sin bengalas, sin bufandas. Nada. Una respuesta responsable dada la situación que sigue viviendo la capital de España, pero un hielo más al ambiente congelado que se suele vivir en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Junto a sus campos de entrenamiento había sufrido el Madrid algunas de las peores noches de la temporada: el 0-1 del Cádiz, el 2-3 del Shakhtar, los 1-2 de Alavés y Levante… Y ninguna remontada hasta la de este pasado domingo contra el Elche.
Los de Zidane se relajaron frente a rivales pequeños y se crecieron en canchas con más nombre y contra rivales más importantes: 1-3 en el Camp Nou, 0-2 en San Siro, 0-1 en el Pizjuán, 2-0 al Atlético, 3-2 al Inter… La gran duda en la previa de esta vuelta de octavos, paso previo a los primeros cuartos en tres temporadas, era descubrir qué veía la plantilla del Madrid en el Atalanta, gato o león. La primera respuesta: Toni Kroos y Luka Modric. Al terminar el calentamiento, mientras sus compañeros realizaban algunos disparos a puerta, el alemán estiraba en solitario y sin hablar con nadie. Estuvo así casi cinco minutos. El croata, sonriente con balón. Maneras diferentes de concentrarse. La segunda respuesta: los instantes previos al inicio. Ni un ruido durante un minuto mientras el árbitro esperaba, ya con los futbolistas en el campo, a que dieran las nueve de la noche. Silencio sepulcral donde sólo se movían Bettoni y Gasperini para dar las últimas instrucciones. Modric, Kroos y el Madrid respetaban a su rival.
El regreso de Ramos tras 2019 y 2020
«¡Karino!», le gritó Ramos a Benzema tras el 1-0, mientras Zidane, sin cortaba y con jersey, apretaba el puño contra el banquillo en la banda. El capitán, de regreso a una vuelta de octavos después de tres temporadas, guió a la defensa de tres y fue el más hablador sobre el campo. «¡Rapha! ¡Bien!», elogiaba a Varane, algo errático al principio. «¡Calma! ¡Vamos a tenerla!, dirigía a sus compañeros. «¡Vini! ¡Vaaaamos carajo!», insistía al brasileño tras su jugada maradoniana con fallo inexplicable en el área pequeña. Apenas le hizo falta apoyar a Modric y a Kroos, sargentos de su mismo rango en el vestuario.
El regreso de Ramos confirmó parte de las excusas por su ausencia en las eliminaciones de 2019 y 2020 y le regaló un 2-0 de penalti que celebró parándose, desafiante, en el área y abrazándose a Luka, su gran amigo. Le pidió más minutos a Zidane en pleno partido, pero el francés le retiró tras cumplirse la hora pactada y se ganó los mayores aplausos que ha dado el Di Stéfano este curso. Aplausos de Champions. Los de verdad. El Madrid y su capitán vuelven a los cuartos de final de su competición fetiche.
“Los años dan igual”
«No hemos tenido presente el resultado de la ida», explicó el de Camas. «Tuvimos ambición, dominio, control… Queda mucha temporada y este es el camino», añadió, y quisó destacar el partido de Vinicius, cuya ocasión fallada terminó con Ramos lamentándose en el suelo: «Me tiré por puro dolor interno, porque me hubiera ido contento con su gol. Ha hecho un gran partido, siempre se deja la vida».
Hace unos días, Ramos insistía en que «no hay que mirar el DNI cuando se juzga a un jugar» y que «mis 34 son como si tuviera 28», y encontróo en Modric a un aliado: «Yo tengo 27», bromeó después del encuentro el croata, MVP del mismo. «Hemos demostrado que todavía tenemos hambre de ganar, que queremos seguir ganando. El pasaporte y los años dan igual, lo importante es lo que se hace en el campo», recordó, en plena negociación por su renovación, y avisó: «Podemos llegar lejos».
Zidane: “Vamos a pelear”
Si había un hombre contento en el Di Stéfano ese era Zinedine Zidane. Superó al revolucionario Gasperini y formó un 5-3-2 que desarmó al Atalanta, con Modric y Kroos en el doble pivote. “Hemos hecho un partido completo y estamos contentos. Hay que disfrutar este partido porque ahora va a ser cada vez más difícil”, explicó, y avisó que lucharán por la Liga y la Champions hasta el final: “¿Por qué no? Estamos aquí para eso. Estamos vivos en las dos competiciones y lo vamos a pelear”.
El entrenador francés, que admitió que esta semana se tomará una decisión sobre si Eden Hazard debe pasar o no por el quirófano para solucionar sus molestias en el tobillo, centró sus elogios en los futbolistas: “Hay que disfrutar, no sólo de los goles, también del juego. Cuando preparas las cosas y salen tan bien como hoy, me alegro por ellos”.
También tuvo buenas palabras para Vinicius, que cuajó uno de sus mejores encuentros como madridista: “Especialmente el penalti que ha provocado, que ha sido el 2-0 y ha sido muy importante. Está entrenando bien y me alegro”.
Conforme a los criterios de
from WordPress https://ift.tt/3rWQhfB
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario