Da por hecho que tiene votos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y busca encajar socios antagónicos
El Gobierno inició oficialmente ayer la última fase de negociación del proyecto de Presupuestos, después de tener casi la seguridad de que contará con el respaldo de PNV, ERC y EH Bildu. En distintas conversaciones, el Ejecutivo ha confirmado que podrá tener los votos de estas formaciones y ahora se entrega a la discusión puramente presupuestaria, sobre partidas concretas y aceptación de enmiendas, con estos y otros grupos favorables a un acuerdo. Con los republicanos catalanes, según fuente
s del Gobierno, se han mantenido dos vías de comunicación. Por un lado, el
, que conserva vivos los contactos del equipo que negoció la investidura y que se ocupa de asuntos como la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat o la reforma del delito de sedición. Y por otro,
, que tiene sus propios cauces de interlocución con ERC. Este partido también se ha ocupado de tantear a EH Bildu a través, fundamentalmente, de
.
En el caso del PNV y su portavoz,
, el canal con el Gobierno está permanentemente abierto y fuentes parlamentarias confirman que llevan semanas «hablando».
Fruto de estas prospecciones, en el Ejecutivo de coalición dan por hecho que tienen garantizada la aprobación de los Presupuestos para 2021. Pero cuentan también con pactarlos con los cuatro diputados del
-a diferencia de sus compañeros de grupo de
-,
,
,
Partido Regionalista de Cantabria
,
,
,
y, por supuesto,
, pese a la dificultad de cuadrar a este partido en la ecuación final. Para acabar de conformar el bloque de apoyos y negociar las contrapartidas, la ministra de Hacienda,
, y el secretario de Estado de Derechos Sociales,
Nacho Álvarez
(en representación de Unidas Podemos),
con todos estos grupos, a excepción del PNV.
Ciudadanos, para el final
Pero, según fuentes del Gobierno, el propósito es dejar a Ciudadanos para el final, una vez que esté todo cerrado con PNV, ERC y EH Bildu. Unidas Podemos impuso que se negociara primero con los partidos de la investidura y ese procedimiento se mantendrá. Cuando no quede ni un solo fleco, el Ejecutivo se volcará en rematar las cuentas con los de
Arrimadas
en reuniones exprés. Fuentes de otros grupos certifican también, tras los contactos de ayer, que estas son las intenciones. No obstante, ERC volvió a insistir ayer en que es imposible que ellos avalen unos Presupuestos que cuenten con el visto bueno de Ciudadanos y que, en el marco además de unas elecciones en
Cataluña
en febrero,
Pedro Sánchez
no podrá contentar a todos.
En
Podemos
, en principio, no excluyen a la formación de Inés Arrimadas si no hay cuestiones que entren en conflicto con el pacto alcanzado dentro del propio Gobierno. Incluso se apunta a que aceptaría la eliminación del impuesto al diésel, como pide Ciudadanos, porque es algo que tampoco convence al PNV. Pero, al igual que ERC, recelan de que el presidente pueda lograr una suma tan diversa. Ayer
no pusieron reparos
a que Ciudadanos abriera la ronda de contactos (en puridad, el primero fue Teruel Existe) por delante de ERC, pese a que lo interpretaron como un gesto del PSOE a este partido. Desde esta formación se explica que hace días que habían pedido comenzar la negociación con el resto de grupos pero que Hacienda se mostraba reticente. Hasta que el miércoles por la noche aceptó y hubo que convocar a toda prisa, lo que permitió, explican, la prevalencia de Ciudadanos frente al resto.
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